LAS 11 LEYES DEL PENSAMIENTO
SISTÉMICO
1. Los problemas de hoy derivan de las soluciones de ayer
Las soluciones que simplemente desplazan los problemas a otra parte de un sistema a menudo pasan inadvertidas porque quienes resolvieron el primer problema no son los mismos que quienes heredan el nuevo.
Un ejemplo de esta primera ley es el de "el problema entre los aeropuertos y el actual malestar que causan en las ciudades con una densidad demográfica moderada" puesto que anteriormente, al construir el aeropuerto no se pensaba que esto podría ocasionar algún problema, por el contrario un aeropuerto representaba un avance para toda ciudad pero puesto que por ahora, muchas ciudades han decidido "Reubicar" sus aeropuertos debido a que estos hoy en día ovacionan un malestar entre sus habitantes.
2. Cuanto más se presiona, más presiona el sistema
Cuando nuestros esfuerzos iniciales no producen mejoras duraderas, presionamos, al credo de que el mayor empeño superará todos los obstáculos, sin ver que nosotros mismos estamos contribuyendo a crear más obstáculos.
Hay muchos ejemplos que se pueden utilizar, uno de ellos es claramente el trastorno psicológico de la anorexia, puesto que la persona por tratar de verse delgada deja de consumir alimentos y a la larga sin considerar que esto afecta su figura y claramente su salud esto se convierte en un problema mayor y ya no psicológico sino también físico.
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3. La conducta mejora antes de empeorar
La realimentación compensadora habitualmente implica una demora, un paréntesis entre el beneficio de corto plazo y el perjuicio de largo plazo.
Una solución típica luce maravillosa cuando cura los síntomas. Pueden pasar dos, tres o cuatro años hasta que regrese el problema, o surja un problema nuevo y peor. Para entonces, habrá otro sujeto sentado en el sillón de las decisiones.
Un ejemplo a esta tercera ley podría ser el quiebre de una empresa por "despilfarro de dinero". Al manejar irresponsable mente los fondos de una empresa, se pueden crear lujos innecesarios que al principio puede parecer austeridad y a que la empresa le este yendo muy bien, pero de pronto eso puede ser el causante de su desgracia.
Todos nos sentimos cómodos aplicando soluciones típicas a los problemas, Ateniéndonos a lo conocido.
Si la solución fuera visible u obvia para todos, tal vez ya la hubieran encontrado. La insistencia en soluciones conocidas mientras los problemas fundamentales persisten o se empeoran es un buen indicador de pensamiento asistémico, lo que a menudo llamamos el síndrome del aquí se necesita un martillo más grande.
El ejemplo esta muchas veces en nosotros mismos: "El flojo y el mezquino recorren dos veces el mismo camino", "Lo barato sale caro", "El flojo trabaja doble" son unas de las frases que explican esta teoría por ahorrarnos un poco de tiempo y de esfuerzo, a la larga eso nos suele jugar en contra.
La consecuencia más insidiosa de la aplicación de soluciones asistémicas es que esas soluciones se necesitan cada vez más. Por eso las intervenciones gubernamentales mal concebidas no son sólo ineficaces sino adictivas, en el sentido de que incrementan la dependencia y reducen la aptitud de la comunidad local para resolver sus propios problemas. Toda solución de largo plazo debe, fortalecer la aptitud del sistema para sobrellevar sus propias cargas.
Un ejemplo claro se da en las personas con obesidad que han decidido bajar de peso con el solo hecho de dejar de comer, esto trae problemas a su sistema inmunológico y es la puerta de entrada a varias enfermedades mucho mas peligrosas que la obesidad. No hay nada mas dañino para la salud y para tu metabolismo que dejar de comer.
6. Lo más rápido es lo más lento
El pensamiento sistémico es más desafiante y más auspicioso que nuestra manera habitual de abordar los problemas.
Un clásico ejemplo es la vieja historia: La liebre y la tortuga. Como todos saben la tortuga gana la carrera y esto es un claro ejemplo que si haces las cosas rápido, no siempre te salen bien.
7. La causa y el efecto no están próximos en el tiempo y el espacio
La mayoría suponemos, la mayor parte del tiempo, que causa y efecto están próximos en el tiempo y el espacio.
Hay una disparidad fundamental entre la naturaleza de la realidad de los sistemas complejos y nuestros modos predominantes de pensar sobre esa realidad. El primer paso para corregir esa disparidad consiste en abandonar la noción de que causa y efecto están próximos en el tiempo y el espacio.
Un buen ejemplo está en los niños maltratados por sus padres, la causa y el efecto del daño psicológico que les han causado sus padres se refleja en un futuro próximo cuando tengan que salir a la sociedad y no vean que no tuvieron el apoyo que deberían haber tenido de niños por parte de sus padres.
8. Los cambios pequeños pueden producir resultados grandes, pero las zonas de mayor apalancamiento a menudo son las menos obvias
Algunos denominan al pensamiento sistémico la nueva ciencia del desconsuelo, pues enseña que las soluciones más obvias no funcionan.
Afrontar un problema dificultoso a menudo requiere ver dónde se encuentra el punto de apalancamiento, un cambio que con mínimo esfuerzo llevaría a una mejora significativa y duradera. No hay reglas sencillas para efectuar cambios de alto apalancamiento, pero hay modos de pensar que los facilitan. Un punto de partida consiste en aprender a ver estructuras subyacentes en vez de hechos. Otro punto de partida consiste en pensar en procesos de cambio y no en instantáneas.
Usaremos el ejemplo de la famosa frase de Arquímides: "Dame un punto de apoyo y cambiare el mundo". Este trata de utilizar el "principio de la palanca", y que en un sistema es completamente válido puesto que con una pequeña cantidad de "energia" se pueden hacer grandes cambios, si es que encuentras el "punto de apoyo" justo e indicado. Pero no es tan fácil, debido a que el "punto de apoyo" necesario no esta próximo en el tiempo ni en el espacio.
9. Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias
A veces, los dilemas más enredados dejan de ser dilemas cuando se ven desde la perspectiva sistémica.
Son producto de un pensamiento por instantáneas y no por proceso, y aparecen bajo una nueva luz cuando se piensa conscientemente en el cambio a través del tiempo.
Ejemplo: El estudiar y trabajar. Un individuo trabaja como un sistema, y como todo sistema tiene metas y objetivos, pero para alcanzarlos hace falta organización y mientras la haya, dos metas distintas y aparentemente contradictorias, como trabajar y estudiar, se pueden lograr con esfuerzo, dedicación y organización.
10. Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes pequeños
La comprensión de la mayoría de los problemas administrativos requiere ver la totalidad del sistema que genera dichos problemas.
A veces la gente decide dividir un elefante en dos. En tal caso no obtiene dos elefantes pequeños, sino un un problema arrevesado donde no hay apalancamiento posible, porque el punto de apalancamiento se halla en interacciones que no se pueden ver examinando sólo un fragmento.
Un ejemplo para esta ley podría ser la destitución de un entrenador en un equipo de futbol, esto no resultará en que el próximo equipo sea mejor que el anterior si es que no se ha analizado de una forma global para determinar cual es la causa del bajo rendimiento.
11. No hay culpa
Solemos culpar a las circunstancias externas por nuestros problemas.
Alguien los competidores, la prensa, el ánimo inconstante del mercado, el gobierno nos perjudicó. El pensamiento sistémico muestra que no hay nada externo; nosotros y la causa de nuestros problemas formamos parte de un solo sistema. La cura radica en la relación con nuestro enemigo.
Un ejemplo seriamos nosotros mismos, cuando nos va mal en un curso le echamos la culpa a factores externos: al profesor, a la infraestructura de la universidad, a la mala organizacion, etc. Sin tener en cuenta que el problema esta en nosotros y dependemos de un pensamiento sistémico para darnos cuenta y superarlo.