LUNAHUANÁ

Introducción


Este viaje sería algo diferente, porque nada estaría planeado. No me agradaba mucho la idea, pero tampoco tenía tiempo para planear algo. Lo único que teníamos claro era hacer Canotaje, Cuatrimoto y Canopy.


Sólo teníamos 1 día para conocer Lunahuaná, y aprovechamos el Feriado por San Pedro y San Pablo, jueves 29 de junio del 2017. Iríamos lo más temprano posible para llegar a Lunahaná a tomar desayuno.

Así fue, punto de reunión era la agencia Soyus, en la Av. México – La Victoria. Nos encontraríamos a las 3:30 am, tomaríamos un bus a Cañete por 15 soles. El bus salía a las 4:00 am. El viaje demoraba 3 horas, y llegamos a Cañete a las 7:00 am. En Cañete, teníamos que ir al distrito de Imperial para tomar un colectivo hacia Lunahuaná. Fuera de la agencia Soyus estaban combis que llevaban hasta Imperial, el pasaje 1 sol.


Llegada


7:15 am estábamos en Imperial, les dijimos que nos dejen en el paradero de los colectivos a Lunahuaná y nos dejó en la misma esquina. Subimos a uno que ya estaba por llenarse, esperamos 5 min y salimos. El pasaje estaba 6 soles.

Llegamos a Lunahuaná 8:10 am, el colectivo nos dejó en la plaza principal. Aprovechamos en cotizar las agencias de turismo antes de tomar desayuno y nos decidimos por una que nos cobraba 100 soles por el canotaje, las cuatrimotos, y el canopy (que es lanzarse por un cable de una montaña a otra, cruzando el río). Otras nos habían ofrecido tours a menor precio, pero estas tenían cuatrimotos Yamaha y en muy buen estado (de lejos las mejores de Lunahuaná) y el canopy lo haríamos desde San Jerónimo, donde el trayecto es más largo y más empinado, por lo tanto, mayor adrenalina. También nos ofrecían fotos a lo largo de las actividades y opcionalmente un video del canotaje en 4k con una gopro a bordo.

Aún no lo contratamos, porque preferimos primero tomar desayuno y coordinar el orden en que tomaríamos cada actividad, ya que el día estaba nublado y queríamos sol principalmente para el canotaje.

Desayunamos al costado de la agencia, un pequeño restaurant que nos ofreció arroz a la cubana + café a 6 soles. Aún era temprano, cerca de las 9:30 am, así que teníamos tiempo para hacer las cosas con calma. Decidimos que lo principal era el canotaje, así que lo dejaríamos para el final, además, ya sabíamos que nos íbamos a mojar y ensuciar. El orden iba a ser: Cuatrimotos, Canopy y Canotaje.

Fuimos a la agencia, que se llamaba “El Vuelo del águila” (Ubicada en Jr. Grau) pagamos y contratamos el servicio. Nos hicieron esperar uno minutos y subimos a una Van que nos llevó hasta el punto de partida de las cuatrimotos, unas cuadras más allá de la plaza de armas.


Cuatrimotos


Cada uno eligió su cuatrimoto, unas pequeñas indicaciones y salimos. El recorrido duraba 40 minutos ida y vuelta, pasaríamos por carretera, trocha y hasta cruzamos un charco en el que mojé a Julia, las cuatrimotos agarraban buena velocidad. Nos divertimos mucho, muy buen comienzo.








Canopy


Continuamos con el Canopy, para eso teníamos que ir algunos minutos en la Van hasta San Jerónimo, éramos los primeros así que no esperamos mucho; nos pusimos la protección, nos dieron las indicaciones y uno por uno nos lanzamos.  Aquella sensación no tiene comparación, y nos salió muy barato haberlo tomado en tour, ya que dicha actividad en el lugar costaba 70 soles. Vaya ahorrada que nos dimos.


Puntal 


Jullia


Leyla


Huaylla


Claudia 


Yo


Todos, al cruzar el primer tramo


Al regreso a la agencia, había que esperar algunos minutos para que nos lleven a hacer el Canotaje, nos advirtieron que nos mojaríamos así que nos pusimos ropa adecuada y Claudia y yo aprovechamos para comprarnos aquashoes a 20 soles en cualquier tienda del lugar. También vendían ropa de baño, sandalias, etc.

Canotaje


Ya listos, partimos para el Canotaje, teníamos que subir río arriba por la carretera aproximadamente 20 minutos, al llegar, te ponen la debida protección y te sacan una foto grupal. Luego, nos subimos al bote con un guía, él nos dio las instrucciones debidas y partimos.









Nos divertimos mucho, nuestro bote era risa y risa, el guía tuvo suerte que le tocáramos unos locos como nosotros… ¡Espartanos!




Terminamos con los músculos muy cansados, y súper empapados, no hay forma que no te mojes en los rápidos. 100% Recomendable.




Regresamos a la agencia para cambiarnos y nos ofrecieron la grabación del canotaje a 30 soles, lo compramos. Pero teníamos que regresar luego por el CD quemado, nos pareció bien porque igual teníamos que almorzar y seguir conociendo Lunahuaná.





A las chicas se les había antojado almorzar en un restaurant campestre con piscina, y había que consentirlas… Fuimos en busca de ello, y preguntando nos dijieron que camino rio arriba, había varios; tomamos una Van que nos aceptó hacernos servicio de taxi (porque eramos 6) y fuimos, lastimosamente no encontramos lo que buscamos; los que tenían piscina no tenían restaurant, y los que tenían restaurant no tenían piscina. Decepcionados decidimos almorzar en cualquier restaurant del pueblo.

En busca de un buen restaurant (y barato) nos topamos con una tienda de vinos, entramos para degustar las muchas variedades que tenían, entre frutados y demás, y compramos 3 a 30 soles (1 Rosé y 2 Borgoña). No recuerdo el nombre de la tienda, pero estaba en el Jr. Grau cerca de la agencia de turismo.

Encontramos un bonito restaurant y preguntamos algo muy importante: ¿Tenía sopa seca? Sí, a 18 soles; era suficiente. Otros se pudieron arroz con pato, y nos dimos el tiempo de conversar y abrir un par de vinos, la pasamos muy bien.


En el restaurant aprovechamos en cambiarnos, puesto que ya hacía frio. Luego decidimos caminar por la plaza central para tomarnos fotos y comprar souvenirs. Nos sobraba algo de tiempo, yo quería montar a caballo, pero los demás querían comprar un par más de esos vinos borgoña y tomarlos junto al río. Mayoría manda, así que fuimos a recoger el CD del video del canotaje a la agencia, compramos un par de vinos más y fuimos al río.


Encontramos un lugar con mesitas muy apropiado. Entre copas y risas, conversábamos de los lugares que hemos conocido juntos, y no sé si fue producto de los vinos, pero tuvimos la idea que crearnos una cuenta de ahorros común, en donde mensualmente depositar dinero para el siguiente viaje, mandarnos a hacer una casaca (y estampar cada lugar al que íbamos) y hasta crearnos un logo y un nombre. De tanto divagar ideas, se nos ocurrió “ADVENTUM” <"Aventura" en latín> La idea nos gustó a todos, y quedamos así.



Ya estábamos noche, y teníamos que regresar a Lima. Así que a las 9:00pm salimos para tomar el colectivo a cañete, 7 soles por persona. Felizmente no demoró mucho. Llegamos a Soyus a las 10:00pm, yo tenía que tomar un bus para Chincha (mi papá me esperaba ahí para hacernos otro viaje), y los demás se regresaban a Lima.



Terminó otro viaje, corto pero totalmente inolvidable. Con muchos futuros planes y unas experiencias increíbles. Sin duda volveremos a Lunahuaná, ya sea por la aventura o por sus vinos. Nos quedamos con las ganas de acampar junto al río y con una fogata toda la noche. Cualquier fin de semana nos vamos, dicen que en verano el río crece, se vuelve más caudaloso y el nivel del canotaje sube. Habrá que probarlo…